Algunos de los objetos más extremos que conocemos en el Universo son magnetares. Ahora los investigadores piensan que tienen una mejor idea de dónde provienen estos estallidos. ¿Qué les está causando? Eso sigue siendo un misterio.
En 2003, los astrónomos observaron cómo una estrella de neutrones previamente desconocida se iluminaba por un factor de 100, volviéndose brevemente visible para una colección de poderosos observatorios. Después de detectar pulsaciones de radiación provenientes de su superficie, los astrónomos se dieron cuenta de que estaban tratando con un magnetar.
Los magnetares alguna vez fueron estrellas al menos 8 veces más masivas que nuestro propio Sol. Después de que la estrella explotó como una supernova, todo lo que quedó fue el núcleo pequeño pero masivo. Toda la masa del Sol fue empaquetada en un objeto no mayor de unos 15 km (9 millas de diámetro).
La gran masa empaquetada en un área pequeña la convierte en una estrella de neutrones, pero un campo magnético tremendamente poderoso la coloca en la clase magnetar.
El análisis de este nuevo magnetar, conocido como XTE J1810-197, permitió a los astrónomos rastrear el estallido reciente hasta una región justo debajo de su superficie. De hecho, pudieron reducir la región a un área de aproximadamente 3.5 km (2 millas) de ancho. También podrían determinar que el campo magnético en el objeto es aproximadamente 6 billones de veces más poderoso que el campo magnético de la Tierra.
El proceso que realmente creó el estallido sigue siendo un misterio. Los astrónomos están seguros de que el campo magnético ayudó a desencadenar la explosión, pero no están seguros de cuál es el mecanismo.
Fuente original: Comunicado de prensa de la ESA